La gastronomía porteña ofrece en estos tiempos y en diferentes lugares, lo que vi que apodan "recetas de herencia". Allí están, por ejemplo, los bocadillos de acelga que hacía mi madre, aunque, lamentablemente no saben igual a los que ella cocinaba. Sin embargo ya considero que es un plato histórico entonces. Ni que decir de las recetas de Juana Gorriti en su libro Cocina ecléctica, quizá el primer recetario del país.
Allí encontré una receta de buñuelos de Nicolasa Vaca Guzmán, una vecina de Buenos Aires que colaboró con su receta para nutrir el libro de Gorriti.
Buñuelos a la porteña
Escójense buenos albaricoques (damascos), pártanse por mitad y
quíteseles el hueso (carozo). Disuélvase en un rico aguardiente de uva, azúcar pulverizada, y póngase en remojo en esta disolución las mitades de albaricoque, añadiéndoles la corteza de un limón en trozos.Al cabo de dos horas sáquense del aguardiente los pedazos de albaricoque, enjúgueseles, y envolviéndolos en masa de buñuelos, fríaseles en mantequilla.
La masa de buñuelos con que han de ser envueltos los albaricoques, difiere de la que comúnmente se usa, y se confecciona de este modo:
Se deslíen dos puñados de harina en un vaso de leche, añadiéndole un trozo de mantequilla, se revuelve y bate muy bien, y hecho esto, se le echa, poquito a poco, una copita del aguardiente. Al poner a freír, se añade a la pasta una clara Y media de huevo batido y tornado espuma, échasele una dedadita de sal, y envolviendo el albaricoque en la pasta, tómesele en una cucharada y échesele a freír en la mantequilla, que debe estar hirviendo.
Si hubiere comodidad para hacerlo, en vez de servir estos buñuelos al salir de la sartén con azúcar espolvoreada por encima, se les entra un momento al horno, para que esta azúcar se haya hecho caramelo.
Nicolasa S. de Vaca Guzmán (Buenos Aires)