Una multitud salió a las calles a pronunciarse contra el intento de asesinar a Cristina de Kichner. El Gobierno decretó feriado nacional en la noche del atentado, para facilitar de esa manera las expresiones.
La conmoción que causó el fallido ataque, aún no logra unificar a oposición y oficialismo contra los discursos del odio, pero sí en el reclamo de esclarecimiento y justicia.