La definición de Elisa Carrió, aliada de Cambiemos, de competir por la Ciudad de Buenos Aires acelera los tiempos para los opositores y comienza a definir el tablero electoral. La diputada aún reniega de haber sido rechazada por sus aliados para competir por la provincia de Buenos Aires y durante toda la semana desparramó críticas en ese sentido. Apunta al asesor ecuatoriano del Presidente Mauricio Macri, Jaime Durán Barba y a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. Sobre el politicólogo se expresó duramente (me da nauseas, dijo) y que ambos prefieren candidatos "menos conocidos" para la provincia. Para Vidal desplegó halagos, pero
manifestó su rechazo hacia algunos de sus ministros que considera ligados al narcotráfico.
Así lanzó la campaña la candidata del oficialismo, que si bien parece asegurarle el triufo en el distrito que gobernó Macri ocho años, también augura complicaciones. En principio en la Ciudad de Buenos Aires no se conformó Cambiemos y tampoco se podría armar. De ese modo se inscribiría otra alianza entre el PRO y la Coalición Cívica, mientras el radicalismo porteño, la porción que tiene el sello oficial de la UCR, por ahora sigue animando la candidatura del ausente Martín Lousteau.
