Horacio Rodriguez Larreta festejó la sanción de la ley de Segurida para la Ciduad de Buenos Aires |
El Pro logró aprobar la ley integral de seguridad, marcando una etapa nueva para la Ciudad de Buenos Aires, ya que la norma da paso a la Nueva Policía de la Ciudad, como producto de la fusión de la Metropolitana y la Federal, en una transferencia histórica que no se había logrado desde que el distrito adquirió status de autónomo.
La norma fue aprobada con 55 votos de 59 diputados presentes y la oposición le sumó más de cincuenta artículos que fueron aceptados por el gobierno porteño.
El proyecto lo enviaron el jefe de Gobierno, Horacio Rodriguez Larreta y el ministro de Justicia y Segurida, Martín Ocampo. Contempla desde la organización de los Bomberos, las empresas de seguridad privada, el comportamiento de los agentes en la calles, hasta la sindicalización no permitida para los uniformados ni civiles de la fuerza.
Se mantuvo, claro, que la Policía de la Ciudad será comandada por un civil, como la Metropolitana, aunque podría ser un policía retirado. En cambio se permitirá que los policías realicen adicionales como lo hacen en la Federal, mientras que en la Metropolitana no estaba permitido. Además los uniformados no manejarán tareas administrativas ni fondos de caja chica
La oposición que, consideró en general buena la norma, se opuso a la modalidad de adicionales, al momento de la votación en particular.
El legislador kirchnerista Gabriel Fuks y el titular del bloque K ,Carlos Tomada, incorporaron artículos referidos al desempeño de los agentes, especialmente en manifestaciones.
La redacción definitiva de la ley cuenta con 522 artículos, uno de forma, divididos en 8 libros y 32 cláusulas transitorias-, y señala que "la intervención policial en concentraciones o manifestaciones públicas debe garantizar el respeto y la protección de los derechos de los participantes" y "no está autorizado a la portación de armas de fuego y municiones de poder letal el personal policial que por su función en el operativo esté destinado a entrar en contacto físico directo con los manifestantes". Es decir, además será "obligatorio para todo el personal policial interviniente en manifestaciones públicas portar una identificación clara que pueda advertirse a simple vista en los uniformes correspondientes".
A pedido del socialista Roy Cortina se incorporó un capítulo para la confección de un mapa del delito, necesario para diseñar programas de prevención.En otro sentido, los 1200 bomberos que pasan a la Ciudad de la Policía Federal ya no serán parte de la Policía sino que integrarán una agencia especial para catástrofes y emergencias al estilo de los Estados Unidos. Por otra parte, no se permite la sindicalización de los policías, pero tampoco, por ahora, de los civiles de la fuerza. En cambio se creará la Defensoría de la Policía, como un organismo interno.
Otra prohibición que tendrá será la de "alojar niños y adolescentes, menores de dieciocho años, en comisarías".
También se determinó que fuera de su horario de trabajo, el policía "no está obligado a identificarse o intervenir".
"Tras 20 años de autonomía los porteños tendremos por primera vez nuestra seguridad en nuestras propias mano", consideró el radical Hernán Rossi, de la tropa de Martín Lousteau.
"Ojalá que con esta ley fundacional en materia de uno de los reclamos históricos para completar nuestra autonomía desterremos de la fuerza de seguridad propia todo tipo de connivencia vinculada al delito y a la impunidad", dijo el legislador Maximiliano Ferraro (Elisa Carrió).
Rodríguez Larreta aseguró que la nueva fuerza comenzará a funcionar desde el 1 de enero próximo y "será una Policía de cercanía con el vecino, con el mejor equipamiento para hacer su trabajo y con tolerancia cero a los casos de corrupción".
"Hasta ahora el jefe de Gobierno tenía las manos atadas, ahora va a poder decidir sobre las cuestiones públicas en materia de seguridad. De este modo seguimos completando el proceso de autonomía", dijo Juan Pablo Arenaza (PRO) titular de la comisión de Seguridad.
La jefa del Bloque Peronista, María Rosa Muiños, destacó la "gran trascendencia institucional que representa un paso más en la consolidación de la autonomía de la Ciudad".
Luego,los legisladores sancionaron una ley que crea el Instituto Universitario de Seguridad para formar a los cuadros de oficiales superiores y de dirección y evaluará el nivel de desempeño de los policías y otros agentes.