La Floralis Genérica es un tulipán enorme de metal que abre y cierra sus pétalos y que fue instalado en 2002 ante el asombro y la búsqueda de sentido de los vecinos porteños. Más tarde dejó de funcionar y ahora vuelve su iluminación y movimiento.
La escultura está en la Plaza de las Naciones Unidas de avenida Alcorta y fue un regalo del arquitecto criollo Eduardo Catalano que la realizó con la donación de materiales de la empresa Lockheed Martin.
La flor está en el centro del parque de cuatro manzanas. La empresa Philips, colaboró en la restauración con la tecnología LED.
Se colocaron luces a prueba de agua y una gran variedad de efectos de colores.