A pesar de los reclamos por "verde sin bares" el macrismo logró sancionar la ley que permitirá concesionar parte de los parques porteños para instalar locales de despacho de comidas y de bebidas.
La ley fue posible, con el apoyo de la liga de partidos UNEN que se referencia con Elisa Carrió.
La norma ya había sido aprobada y modificada y discutida en audiencia pública para pasar a votarse ahora en doble lectura y al sancionarse solo resta la promulgación. La sesión terminó, el jueves pasado, en un escándalo con enfrentamiento de vecinos en el recinto.
La iniciativa obtuvp 36 votos del PRO y de UNEN y la oposición del kirchnerismo. La diputada Claudia Neiradel bloque K explicó que "no podemos avalar un proyecto donde el privado sea el vertebrador del espacio público" y que "no se trata de discutir si está bien o no poner un bar, acá debatimos la concepción de espacio público que pretende motorizar el Gobierno de la Ciudad que pone al Estado al servicio de los concesionarios privados".
El Gobierno porteño otorgará permisos a privados para la venta de "emparedados, golosinas, productos de confitería u otros alimentos, envasados en origen y que provengan de fábricas autorizadas, bebidas sin alcohol envasadas e infusiones de café, té, yerba mate, leche, jugos exprimidos y licuados" y los concesionarios deberán cumplir una serie de normas como contar con algunos servicios como "sanitarios accesibles de uso público, estacionamiento de bicicletas, conexión a internet gratuita y biblioteca".
Los bares deberán estar alejados de monumentos, estatuas y esculturas y se exigirá además "incorporar criterios de arquitectura sustentable y tipologías uniformes que se complementen y articulen con el espacio periférico; equipamiento que asegure la separación de residuos en origen y su reciclado; conservación de las especies arbóreas, arbustos, flora y mantenimiento del área y ciertos topes en las superficies de cada núcleo de servicio"