para Buenos Aires Me Quiere
Tal vez pensará ahora, Mauricio Macri,
que haber rechazado tomar la responsabilidad del control de los
subterráneos porteños hace un año fue un error.
El nuevo calendario le plantea un
cóctel de desafíos donde se mezcla el impacto de su gestión en
materia del transporte y la carrera electoral.
El verano disimulará en parte la
paralización de la línea A del subte que corre desde Plaza de Mayo
al barrio de Flores, pero marzo deberá compensar esa molestia. Sin
embargo con coches nuevos, mejores y confortables no podrá
amortiguar tan fácilmente el aumento de la tarifa, tal cual está
previsto que pase de $2.50 a $3.50.
A eso se suma la pelea por el destino
de los coches centenarios que salieron de circulación, el resultado
que obtenga de una negociación paritaria con los gremios del sector
y, en el medio la definición de la fecha electoral.
Por ahora la ciudad de Buenos Aires
debe realizar los comicios para renovar 30 legisladores porteños en
día distinto al de los nacionales donde se elegirán senadores y
diputados por el distrito, a menos que rápidamente la Legislatura
apruebe el voto de los menores de 18 años y mayores de 16.
Como sea, la lista de temas es clave
para el proceso electoral: relación con los gremios, conservación
del patrimonio histórico, impacto de la tarifa y fecha de comicios.
No es poco para un solo verano en el cual, mientras tanto, Macri
busca figuritas para llenar las papeletas en otros territorios y
apunta por ahora al deporte convocando al ex árbitro de fútbol,
Héctor Baldassi como candidato a diputado por la provicia de Córdoba
o al ex corredor Lalo Ramos en la provincia de Buenos Aires. Todo por
$3.50. El último tren