por Patricia Garcia
para Ambito Financiero
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, sorprendió ayer convocando a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires a una reunión de la Agencia Metropolitana de Transporte, un organismo que no se termina de conformar, para que se discuta allí el aumento en el pasaje de subte que tiene previsto Mauricio Macri.
para Ambito Financiero
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, sorprendió ayer convocando a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires a una reunión de la Agencia Metropolitana de Transporte, un organismo que no se termina de conformar, para que se discuta allí el aumento en el pasaje de subte que tiene previsto Mauricio Macri.
La invitación surge después que
Cristina de Kirchner criticó con dureza al jefe de Gobierno por ese
aumento y el de algunos impuestos y tasas -entre ellos los peajes de
autopistas porteñas- que impuso como condición para el
financiamiento de los subterráneos. Tras aquel discurso, el macrismo
salió a aclarar que no se iría a $ 3,80 el viaje sino a $ 3,50, un
40% más que lo que cuesta actualmente y que se agrega al 127% que
subió Macri en enero del año pasado.
El Gobierno porteño respondía ayer
que el mandatario de la Ciudad de Buenos Aires tiene listo el decreto
para convocar a una audiencia pública en la primera semana de marzo
para debatir el aumento.
Randazzo espera a Macri mañana a las
11 en la Casa Rosada con la idea de desalentar ese incremento.
«Afectará el bolsillo de miles de
pasajeros y descompensará al resto del sistema de transporte del
área metropolitana al haber tanta diferencia entre una tarifa, la
del subte, y las otras, las de colectivos y trenes», sostuvo el
ministro en un comunicado, ayer por la tarde, que se tituló
«Randazzo citó a la Ciudad de Buenos Aires y la provincia para
evitar el aumento del subte».
La idea de Randazzo «es que se ponga
sobre la mesa la necesidad de evitar una nueva suba en la tarifa del
subte, que se suma a la del 127% que implementó el 5 de enero del
año pasado, ya que el sistema del área metropolitana es multimodal
y la decisión del Gobierno porteño afectará directamente a los
usuarios del resto de los medios de transporte», explicó el
ministerio al difundir la convocatoria.
«Creo que entre las tres
jurisdicciones tenemos que encontrar una alternativa que sea
beneficiosa para todo el sistema. Como ministro de Transporte de la
Nación quiero escuchar cuáles son los argumentos de Macri para
causar un enorme perjuicio a cientos de miles de pasajeros. No
estamos de acuerdo con el aumento y queremos evitarlo a través del
diálogo», explicó Randazzo.
Macri viene sosteniendo que en los
subterráneos faltó inversión y que el aumento es necesario para el
mantenimiento del servicio. Al mismo tiempo el Gobierno porteño
suspendió desde el sábado pasado y hasta el 9 de marzo la
prestación de la Línea A para renovar la flota, lo que fue motivo
de presentaciones de amparos ante la Justicia por parte del
kirchnerismo y otros sectores opositores al PRO.
La idea de conformar una agencia
metropolitana del transporte se tramitó para coordinar los servicios
entre la Nación, la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, ya que
comparten servicios. Entre otras cuestiones la tarifa es clave para
el equilibrio de ese sistema.
Boletos más caros
En enero pasado, por ejemplo, cuando
Macri por decreto llevó el pasaje de subte de $ 1,10 a $ 2,50, el
transporte perdió el 20% de pasajeros, que optaron por viajar en
colectivo a $ 1,10. Recientemente el Gobierno nacional dispuso la
suba del boleto de colectivo, que elevó el de mayor precio, dentro
del radio de la Capital Federal, a $ 1,70, más cerca del actual
valor del subte.
El jefe porteño exigió la sanción de
una ley especial para tomar el control de los subtes a partir del 1
de enero. La norma estableció distintos aumentos de impuestos para
financiar el servicio y también el de peajes, que comenzó a
aplicarse ayer.
En ese sentido, el jefe de Gabinete
nacional, 1 consideró que «hay gestiones que
están más preocupadas en au
mentar las tarifas que en gestionar cada
día mejor» y calificó como «un disparate» la suba de los peajes.