Es muy probable que la sesión especial para tratar la ley de traspaso del subte a la Ciudad de Buenos Aires, fracase por segunda vez. En realidad no se trata de una transferencia, sino de una norma con la cual Mauricio Macri quiere contar para retomar por parte del distrito el control del servicio privatizado en los '90, continuando la concesión pero con un contrato nuevo. Amenaza el jefe de gobierno con desistir nuevamente de su responsabilidad si no le aprueba la Legislatura, el proyecto como él quiere.
por Patricia García
para Ambito Financiero
Buscan esta semana sancionar ley de subtes |
Aunque hay una sesión extraordinaria y
especialmente convocada para debatir el proyecto con el cual Mauricio
Macri asumiría el control de los subtes porteños, podría volver a
fracasar. El titular de la Legislatura la citó para el miércoles de
esta semana, pero las imposiciones del jefe de Gobierno complican al
PRO en la búsqueda de votos.
Después de la sesión de trasnoche que
terminó el viernes a la mañana en la Legislatura porteña, hoy el
PRO comenzará una ronda frenética con aliados y opositores para
intentar un acuerdo que posibilite la sanción de la ley pedida por
Macri,
pero el PRO no consigue los cinco votos que le faltan para
aprobarla.
Por ahora no hay acuerdo para ese
proyecto, que como punto principal de la discordia propone cobrar una
tasa adicional a las naftas de $ 0,40 por litro. Es el tema de mayor
dificultad para el macrismo, como también el que recorta las
posibilidades de paro total del servicio por protestas gremiales. En
otros artículos de la iniciativa el macrismo ablandará las
pretensiones, aunque no las quitaría, aun enfrentándose con el
mismo jefe porteño.
Dentro del PRO hay discusiones en ese
sentido, ya que una porción sostiene que Macri no podría volver a
decir que no a los subtes, mientras otros aseguran que con tanta
insistencia del kirchnerismo, durante un año, para el traspaso,
deberían acompañar el proyecto para que se apruebe.
Diferencias
Algunos macristas daban cuenta, el fin
de semana, de que el mensaje de Macri no había cambiado: «La ley la
votan como está y si no, anoten quién no vota y que se hagan
cargo». Pero dentro del PRO hay distintas posiciones.
Por eso hoy podría comenzar a
transformarse la posición de considerar al servicio «esencial»
obligando al 90% de su prestación en horas pico cuando hay paros
sindicales. El kirchnerismo no tendría alternativa para negarse a
votar ese artículo si se cambia por «servicio trascendental» como
lo considera la OIT y con la obligación de una prestación mínima
(ya no de 90%) en días de paro.
Sin solución
También el PRO aceptaría bajar los
cinco años que pide de declaración de emergencia del servicio,
dejándolos en tres, es decir hasta que termine Macri su mandato en
la Ciudad.
Pero, a lo que no encuentran solución
es al reemplazo de la tasa a las naftas que le reportará al Gobierno
porteño $ 350 millones anuales para volcar al mantenimiento de los
subtes.
Macri viene sosteniendo que si no tiene
la ley «con el espíritu» que le imprimió al proyecto, los subtes
seguirían dependiendo del Gobierno nacional.
Por cierto estallaría una crisis del
servicio en enero, cuando el Gobierno nacional ya no deposite el
subsidio mensual de $ 30 millones para mantener la tarifa. A eso se
agrega que la concesionaria Metrovías se viene quejando porque no le
alcanzan los fondos y que la ley, si se votara, le quitará los
negocios adicionales a la empresa, como alquiler de locales o
publicidad.
De esa manera, si el macrismo no logra
en las próximas horas acordar retoques en la iniciativa que
posibiliten su sanción, intentaría como última chance su votación
en la última semana del año.