La Cámara de Diputados votará hoy la
ley de creación kirchnerista que impodrá el retiro de los depósitos
judiciales que tiene el Banco Ciudad de Buenos Aires. Significará
30% menos de los fondos con los cuales se maneja la entidad estatal, alrededor de $7000 millones que pasarían al Banco Nación para uso discrecional del gobierno central.
Mauricio Macri hizo una buena defensa del banco, pero olvidó que su
propio gobierno atenta contra la existencia del banco porteño.
Primero dejó que el ministerio de Seguridad que conduce Guillermo
Montenegro le diera el manejo de las cuentas sueldo de la Policía
Metropolitana a una entidad privada. Luego llamó a licitación del
paquete del resto de las cuentas de los empleados municipales
-120.000 aproximadamente- que tiene el Ciudad. La justicia frenó ese
proceso, pero Macri no desistió de la idea.
No es rara una contradicción de ese
tipo en el jefe de gobierno. Sorprenderá aún más si el ahora
diptuado K, Roberto Feletti que piloteó como presidente a la entidad
en la crisis más grave del país, levanta la mano por obediencia
debida.