Benito Quinquela Martin, "Azul" |
El historiador Enrique de Gandía , quien escribió varios libros sobre Buenos Aires, se ocupó también de ese lugar que quizá pronto volverá a ser maravilloso:
EL RIACHUELO
Desde
los primeros tiempos de don
Pedro de Mendoza los conquistadores
advirtieron
que el Riachuelo
era
un refugio admirable para los
Durante
la primera fundación tuvo
el
nombre de Río Pequeño.
En1575
Hernando de Montalvo lo
llamaba
Río de Buenos Aires.
Desde
la segunda fundación de
Juan de Garay recibió el nombre de
Riachuelo.
Más
tarde también se le llamó Riachuelo
de
los navíos.
En
un pleito de Antón López de
Aguiar
con León Pancaldo quedó
establecido
que para entrar en el
Riachuelo
era preciso que hubiese
marea.
El
gobernador don Diego Rodríguez
de
Valdéz y de la Banda confirmó
estos
hechos el 20 de mayo
de
1599.
Los
navíos primero debían detenerse
en
el pozo de San Sebastián,
en
un "lugar adonde
está
un sitio que por tener más
fondo
ancoran allí y con buenas
amarras
están seguros", y luego,
hinchiendo
la mar entran en un
Riachuelo
tan angosto que en su
ancho
sólo caben dos navíos".
Sin
embargo, este Riachuelo "tiene
tanto
fondo que podrían estar en
él
navíos de mil toneladas aunque
no
puede entrar por su boca navío
que
demande más de once palmos
de
agua y aun eso ha de ser hinchiendo
la
mar..."
Ruy
Díaz de Guzmán escribía que
el
Riachuelo era tan acomodado y
seguro
que metido dentro de él los
navíos
no siendo muy grandes
pueden
estar sin amarrar con
toda
seguridad como si estuvieran
en
una caja".
En
1590 Hernando de Montalvo
refería
que Buenos Aires "tiene
muy
buen puerto, que es un Riachuelo
y
dentro de él tiene cuatro
y
cinco brazas de fondo".
En
1703 el ingeniero José Bermúdez
atestiguaba
que no conocía en
esta
costa otro paraje más a propósito
para
el desembarco que el Riachuelo,
que es donde se recogen
las
embarcaciones que tiene
esta
ciudad y adonde hay una
guardia".
De:
Historia de La Boca de Enrique de Gandía