Plano Peuser de 1912 |
Del libro “Buenos
Aires historia de barrios” de Liliana Barela* y Mario Sabugo* *-Edición del
Instituto Histórico de la Ciudad.
En 1794 Martín
Boneo, que era intendente de Policía, pidió subdividir la ciudad
en barrios-cuarteles, que a la vez se componían de
diferentes números de
manzanas.
Hasta 1769 la
única parroquia era Catedral (cuyo territorio comprendía: Areco,
Arrecifes, Hermana, Arroyos, la Costa, Matanza y La
Magdalena hasta la Villa
(San Francisco, San Nicolás y Concepción). Ese año se elevan
de categoría San
Nicolás y Concepción y aparecen nuevas parroquias: Piedad y
Socorro.
En 1813 se
incorpora San Telmo; en 1823: Catedral se divide en Norte y Sur; en 1830: Del
Pilar y San Miguel; en 1833: Balvanera; en 1869 se crean
Santa Lucía y San
Cristóbal, posteriormente se incorporan San Juan Evangelista
y San Carlos.
En 1887 se incorporan las parroquias de Flores y Belgrano.
Estos datos revelan que la primera nomenclatura general de
las zonas de la ciudad son las parroquias.
Pero su incorporación acompañará el lento crecimiento de la
ciudad. Otro dato
interesante es la división que aparece con la creación del Registro Civil en 1884:
división 1º: Catedral Norte y Sur y Monserrat;
2º: San Miguel, San Nicolás y
Socorro;
3º: Pilar y Piedad;
4º: Balvanera;
5º: San Cristóbal;
6º: Concepción;
7º: San Telmo;
8º: San Juan
Evangelista y Santa Lucía;
9º: San José de Flores;
10º: Belgrano.
Estas denominaciones son administrativas: áreas, parroquias,
secciones,
cuarteles, pueblos, plazas. Todas son designaciones
territoriales, pero aún los
límites no se reflejan en el plano. Los nombres registrados
en estas divisiones
corresponderían a la primera generación de barrios, según
Sabugo.
En el Censo de 1887
también se hace mención a plazas que se ubican fuera del
municipio: Flores, Floresta, Belgrano, Saavedra, etc.
Estos nombres son aquellos que luego llevarían los barrios allí
ubicados, pero
todavía se encuentran fuera de la ciudad. Esto vendría a
completar las referencias
de las crónicas de mediados del sigo XIX a las que hacíamos
mención
anteriormente. El censo señala las divisiones
administrativas diferentes y no
coincidentes con las divisiones policiales, registro civil,
escolar, electoral. Los
planos correspondientes no indican los límites de estas
divisiones.
En el plano de 1887, los barrios aparecen mencionados como
pueblos: Saavedra,
Núñez, Catalinas; luego se destacan zonas sin denominación
de pueblos: Villa
Mazzini, Villa Ortúzar Villa Santa Rita, Floresta, Flores,
Belgrano, Villa Alvear,
San Carlos, Almagro, Barracas y la Boca.
En el Censo de 1904
figuran las 20 circunscripciones que corresponden a la
Ley Electoral y Registro Civil.
En el plano de 1912
hay zonas sin límites con denominaciones que luego
adoptarían o no la división oficial de barrios: Villa
Riachuelo, Villa Lugano,
Villa Chicago, Liniers, Villa Versalles, Villa Real, Villa
Devoto, Villa del Parque,
Floresta, Vélez Sarsfield, Flores, Villa Santa Rita, Villa
Mitre, Villa Sáenz Peña,
Caballito, Villa Centenario, Villa Crespo, Villa Malcom,
Villa Alvear, Almagro,
Once, Nueva Pompeya, Corrales, Barracas, Boca, Constitución,
Recoleta, Retiro,
Palermo, Belgrano, Villa Ortúzar, Chacarita, Villa Modelo,
Villa General
Urquiza, Coghlan, Villa Mazzini, Núñez, Saavedra.
Destacados en el plano aparecen los nombres de Barracas,
Boca, Belgrano,
Palermo y Flores.
En el plano de 1916 están resaltadas las áreas verdes y otra
vez aparecen nombres
sin límites: Belgrano, Núñez, etc.
No es nuestra intención realizar un relevamiento completo de
los planos; sólo
quisimos mostrar algunos y señalar la falta de demarcación
de los barrios.
Podemos entonces concluir que los límites que se precisaban
eran los que servían
para los registros civiles, educativos, electorales,
policiales, o sea, los que
utilizaba la administración.
Los planos posteriores mantienen la misma situación hasta
que en 1930 se crea
la Dirección de
Catastro, que recién en 1937 realizaría el registro
aerofotogramétrico.
A partir de esto se realizarían planos de la ciudad cada diez
años, disposición que se cumplió a medias.
En el Plan Regulador de 1960 se dice: “Los barrios se
formaron por
circunscripciones ajenas a un proceso de planeamiento,
siendo necesario fijar
nuevas divisiones urbanas –sectores y zonas– de acuerdo con
fundamentos
sociológicos y morfológicos que determinarán la división de
la ciudad en áreas
de planeamiento. En la ciudad se han detectado 44 barrios
aproximadamente
coincidentes con la nomenclatura oficial”.
En otro lugar reitera: “De este modo se han detectado 44
centros de diversas
categorías (aparte del centro urbano)”. Se alude a “la
ciudad construida en barrios
como elementos formativos de la misma”. Obsérvese que se
habla de la
ciudad “construida” en barrios y no “dividida” en barrios.
Para los planificadores,
la ciudad está dividida en sectores ya que es la necesidad
de planificar la que
obliga a la división, pero en cambio los elementos
constitutivos no mencionan
límites precisos.
Será recién durante el gobierno de J. C. Onganía cuando, en
su proyecto de
descentralización para transferir las funciones
administrativas del Gobierno de
la ciudad de Buenos Aires a organizaciones civiles no
gubernamentales, el
intendente Manuel Iricíbar divide la ciudad en 46 barrios.
Éste y no otro es el
origen de la Ordenanza 23.698 de 1968 (B.M. 13.336) y su
modificatoria del
21 de abril de 1972 (Ordenanza 26.607) ya durante la gestión
de Saturnino
Montero Ruiz.
*Liliana Barela .Historiadora. Directora del Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos
Aires. Fundadora del Programa
de Historia
Oral del Instituto Histórico e investigadora del Programa de Historia Oral de
la UBA.
Directora de
la Revista Voces Recobradas. Ha sido vocal y presidente de la Comisión Nacional
de
Museos,
Monumentos y Lugares Históricos; Directora Nacional de Patrimonio, Museos y
Artes de
la Nación;
Subsecretaria de Acción Cultural del Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos
Aires
** Mario
Sabugo. Profesor regular de Historia de la Arquitectura y el Urbanismo en la
Facultad de Arquitectura, Diseño
y Urbanismo
(FADU) de la Universidad de Buenos Aires. Profesor de posgrado en la FADU y
FLACSO.
Miembro de la
Sociedad Central de Arquitectos, Buenos Aires. Académico de Número de la Academia
Nacional del
Tango.