En un juicio abreviado, el exdirector del Centro CUltural San Martín, reconoció su responsabilidad en las acusaciones de acoso sexual y maltrato ante la fiscal Claudia Barcia, especializada en violencia de género y a cargo de la fiscalía PCyF N° 16. En la instancia se llegó a un acuerdo que condena al exfuncionario Diego Pimentel, a la pena de cinco días de prisión en suspenso, luego de que éste reconociera su responsabilidad en la denuncia por acoso sexual y laboral que pesaba sobre él.
Además de la condena de cinco días de prisión en suspenso más las costas del proceso judicial, se impuso sobre el acusado, por el término de un año, las siguientes reglas de conducta: abstenerse de tomar cualquier tipo de contacto directo o indirecto por cualquier medio con las víctimas, asistir durante un año al Grupo Psicoeducativo para Varones que ejercen violencia del Hospital General de Agudos Dr. Álvarez, realizar 20 horas de tareas comunitarias en la Federación Argentina LGBT ubicada en Cochabamba 477 de esta ciudad, fijar residencia y comunicar cualquier cambio, y cumplir con las citaciones que la Fiscalía, el Juzgado o la Oficina de Control le hicieren.
Los hechos que se le imputan a Pimentel, por los cuales fue requerido a juicio por la fiscal Barcia, son los de maltrato físico y acoso sexual en espacios privados de acceso público, contemplados en los artículos 53 bis y 67 del Código Contravencional de la CABA.
Pimentel reconoció su responsabilidad y el acuerdo de juicio abreviado fue homologado por el Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas N° 29, a cargo de la Dra. María Araceli Martínez.
Desde el Ministerio Público Fiscal de la ciudad, a cargo de Juan Bautista Mahiques, resaltaron que el Informe médico forense realizado al acusado, el cual fue solicitado por su defensa, destaca en uno de sus pasajes que “se hallaron indicadores, que describen su personalidad de base, tales como narcisismo, relaciones interpersonales conflictivas y dificultades de establecer lazos afectivos”. El Informe también subraya que el imputado posee “indicadores de una persona irritable, hostil, impulsiva, inmadura, agresiva, explosiva, ansiosa, con sentimientos de dominio y poder y con tendencia a ocultar y evadirse”.
